jueves, 7 de agosto de 2008

Terry edwards, entrenador de la seleccion olimpica inglesa de boxeo


Integrado en las olimpíadas de Atenas del 2004 por un solo hombre, el equipo de boxeo de Gran Bretaña acudirá esta vez a los Juegos de Pekín con ocho representantes.

Entre ellos figuran el primer campeón mundial amateur británico y un adolescente de origen gitano cuyo bisabuelo supo ser un luchador a puño limpio en parques de atracciones.

Hace cuatro años, Amir Khan fue el único pugilista del Reino Unido que logró clasificarse para las Olimpíadas. El por entonces púgil de 17 años llegó a la final y se convirtió en el medallista más joven de este deporte en más de 50 años.

Tal fue el impacto de esta presea plateada, que impulsó grandes cambios en el boxeo amateur británico.

Este deporte está hoy en día mejor organizado y financiado que nunca.

La actuación de Khan convenció a los mejores púgiles aficionados de Gran Bretaña de que no hay ningún apuro en volcarse al profesionalismo.

También les hizo ver que una carrera amateur puede ser un buen camino para ganar la atención de patrocinadores y promotores.

Cuatro años después, Gran Bretaña está enviando a la capital china su contingente boxístico más numeroso desde que entró en vigor el requisito de preclasificación, en los Juegos de Barcelona 1992.

En el equipo figuran varios candidatos serios a ganar medallas, comenzando por el peso liviano Frankie Gavin.

El púgil se convirtió en el primer campeón mundial amateur de Gran Bretaña el año pasado en Chicago.

También integra la delegación el promisorio peso welter Billy Joe Saunders.

El objetivo del Reino Unido en el boxeo de Pekín será superar el mejor resultado olímpico de ese país: dos medallas de oro conseguidas por Terry Spinks y Dick McTaggart en los Juegos de Melbourne 1956.

Un botín récord sería la mejor forma de garantizar que la popularidad de este deporte siga creciendo en Gran Bretaña, de cara a la cita olímpica de Londres 2012.

SAUNDERS EL IMPACIENTE

"Seremos un equipo muy, muy difícil de vencer", sentenció Saunders en el predio de preparación de la delegación británica en Macao.

"Contamos con algunos boxeadores de gran calidad", agregó.

Saunders, quien vive en un área de gitanos en las afueras de Londres, intentará dar lo mejor de sí para deleitar a su bisabuelo Absolom Beeney, un ex luchador a puño limpio profesional conocido como "Pickles" y que tiene ahora casi 100 años.

Al igual que Khan, quien se muestra extremadamente orgulloso de sus raíces paquistaníes, Saunders está decidido a protagonizar "buenas noticias" para un sector de la comunidad al que los medios suelen prodigar con frecuencia un trato poco amable.

"Estoy ansioso por llegar allí y pelear de una vez", afirmó el peso welter en un comunicado de prensa distribuido por la Asociación Olímpica Británica.

"No iré en busca de una medalla, haré que la medalla me busque a mí", añadió confiado.

La metamorfosis del boxeo británico amateur le debe mucho al entrenador Terry Edwards, quien guió a Khan a la presea de plata en Atenas 2004 y al superpesado Audley Harrison al oro cuatro años antes en Sidney.

Veterano de tres Juegos Olímpicos, Edwards, quien trabaja con el equipo británico de boxeo amateur en su sede de Sheffield, es tan entusiasta que ha llegado a predecir que su país podría convertirse en la nueva superpotencia de este deporte.

"La gente podría pensar que es una tontería de mi parte, pero créanme que tengo suficiente experiencia en esto", declaró a Reuters el mes pasado.

"Si mantenemos esta estructura y este financiamiento hasta 2012, creo que Gran Bretaña será la nueva Cuba", sentenció.

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