jueves, 21 de agosto de 2008

Padre e hijo en el podio

Treinta y seis años después, Emilio Correa ha vuelto. Padre e hijo en el podio. Récord olímpico desde ayer. Ahora, a esperar su proclamación el domingo, pero antes tendrá una cita con el francés Sow. De todas maneras, por primera vez en la historia de este boxeo, progenitor y su chico, medallistas olímpicos. Y para celebrarlo ¡ocho cubanos en semifinales!

Emilio Correa (hijo) igualará la hazaña de su padre de convertirse en medallista olímpico.

Correa junior, 22 años, bronce mundial del 2005 y monarca de los Juegos Panamericanos de Río en los medianos, se encontró un serio rival en el campeón asiático, Elshod Rasulov, que le obligó a sacar el extra en el último round cuando le provocó un conteo de protección con las acciones 7-7. El antillano concluyó el pleito con dos puntos de ventaja. "Estuvo desesperado tácticamente por sus ganas de ganar", dijo uno de sus preparadores, Julio Mena.

"Fue un combate enredado, todos lo vieron. Me salió con un estilo de pelea que casi no conocía, pero al final supe imponer la táctica", comentó el púgil habanero.

Y no podía faltar la pregunta sobre Emilio Correa padre, campeón olímpico welter en 1972. "Antes de viajar me dio buenos consejos gracias a su experiencia olímpica: que me cuidara con la comida y el peso y, por supuesto, de los contrarios. Que de esta forma le peleara a los asiáticos, de otra a los europeos, y de otra a los norteamericanos. Espero igualarle con lo del título olímpico, por eso he venido aquí, y de paso entrar en el libro Guinness".

Minutos antes su colega y más veterano en la selección, Andry Laffita, 30 años, hizo uno de sus mejores combates de los últimos años, para imponerse claramente al boricua McWilliams Arroyo, campeón de los Juegos Panamericanos de Río y "cuartofinalista" en el Mundial de Chicago. El puertorriqueño salió molesto con el marcador 11-2, mientras el pinareño prefirió dedicar elogios a su rival, quien en la cita carioca había fulminado al cubano Salinas.

"Arroyo es un contrario fuerte, de buena calidad, pero tuvo mala suerte al caer conmigo porque de lo contrario hubiera cogido su medalla", dijo el subcampeón mundial de Myanyang-2005. "Traté de evitar su mano de golpear fuerte, y ripostar", aclaró. "El ambiente en el equipo es de victoria y de ayudar a la delegación a llegar lo más arriba que se pueda".

Laffita nunca fue campeón nacional durante su paso por los 48 kg y, con los años, gozó de más éxitos al mudarse a los 51, donde en el ámbito internacional tuvo su principal satisfacción en China hace tres años. Y vuelve a sonreír en el gigante asiático, lugar en el que también ha sacado la cara, 12 años después en la arena olímpica, por aquella "generación del ¢ 96" que arrolló en el Mundial Juvenil de La Habana.

Por coincidencia, tiene ahora a su lado, aquí, en el Gimnasio de los Trabajadores, a su adiestrador de entonces, el hombre que desde hace más de 20 años se encargó de preparar a los juveniles para la conquista de varias medallas mundiales, numerosos de ellos encumbrados también con la selección mayor.

"Todos", fue la respuesta del técnico Pedro Roque cuando se le preguntó cuántos de estos púgiles, que asombran a este auditorio pese a no haber tenido antes ninguna experiencia olímpica, habían pasado por sus manos.

"¿Y cuántos llegarán a la final?", fue la interrogante a quien siempre se le indicó como una de sus armas a su favor el conocer a otros adversarios importantes en este escenario, desde cuando sus pupilos eran juveniles. "Yo no te podría contestar con otras palabras que los ocho".

Y comenzó a resumir su consideración sobre el desempeño de sus alumnos al término de los cuartos de final. "Es un éxito para los muchachos, una recompensa a su voluntad y consagración en el entrenamiento, más que todo porque han comprendido la responsabilidad que tienen de que el boxeo cubano no caiga y continúe en la cima, como buque insignia del deporte nacional, y siga siendo respetado por todo nuestro pueblo.

"En Beijing han perdido favoritos, pero nuestros muchachos también han derrotado a medallistas olímpicos y mundiales y por eso se han ganado el derecho de estar en la semifinal del 22. El camino está a la mitad. Son difíciles los combates restantes, pero también tenemos una preparación que nos permite cada vez pelear mejor".

Este jueves será de descanso, el viernes las semifinales con la primera sesión desde la 1:30 p.m. (1:30 de la madrugada en Cuba), antes de las finales de sábado y domingo.

Buscando el pase a la discusión del título, Cuba llevará a ocho hombres —clasificó diez a los Juegos y no estará en 57 y más de 91, después de la vacante previa en 81— China cuatro, Irlanda, Rusia, Italia, Gran Bretaña y Francia tres; Mongolia, Ucrania,Tailandia y Kazajastán dos, y uno Turquía, Mauricios, Armenia, Moldavia, India, Sudcorea, República Dominicana, Estados Unidos y Azerbaiyán.

PELEAS SEMIFINALES DE LOS CUBANOS

48 kg: Yampier Hernández vs. S. Purevdorj (Mongolia). 51 kg: Andry Laffita vs. Georgy Balakshin (Rusia). 54 kg: Yankiel León vs. B. Julie (Mauricios). 60 kg: Yordenis Ugás vs. Daouda Sow (Francia). 64 kg: Rosniel Iglesias vs. M. Boonjumnong (Tailandia). 69 kg: Carlos Banteur vs. Silamu Hanati (China). 75 kg: Emilio Correa vs. V. Kumar (India). 91 kg: Osmay Acosta vs. R. Chakhiev (Rusia).

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